viernes, 18 de julio de 2008

algo sobre Partitura para mujer muerta


Algo de Partitura para mujer muerta de Vicente Alfonso, publicado en Vértigo 383:

La obra de Vicente Alfonso indaga en torno del asesinato de una joven, pero el telón de fondo es la descomposición social. Si estábamos acostumbrados a que por más corrupción y muerte siempre llegaría un Marlowe, Carbalho o Montalbano a poner un poco de orden, ya no es así. Hoy el desencanto de la novela negra es tal que apenas hay espacio para la redención. Todavía hace unos meses leíamos el surgimiento del nuevo antihéroe policiaco en tierras culichis: el Zurdo Mendieta de Élmer Mendoza. Sin embargo, en la novela del Alfonso no hay espacio para este tipo de personajes.

sobre La noche del caníbal


Algo sobre "La noche del caníbal" de Luis Jorge Boone, publicado en Vértigo 382:

Laberintos circulares narra la paradoja de “el verdugo que siente tal compulsión por matar que termina decapitándose”. El inicio de Oblivion es en sí mismo un relato: “Se levantó de la cama en busca del último frasco de loción y, al encontrarlo vacío, supo que el aroma provenía de su memoria”. Una minificción hecha y derecha, el resto del cuento merece lectura, pero no consigue la contundencia de su inicio. La recta final la constituyen Telarañas, Mandrágula y La noche del caníbal. Con su peculiaridad, cada texto ronda los bordes de la locura y la realidad. El primero plantea la neurosis de quien espera día a día la muerte. El segundo camina sobre el sendero que traza el deseo. Del último habría que destacar su carácter rulfiano. Al interior y en los alrededores de una mina, el protagonista confronta su pasado con su presente, el mundo de los vivos con el de los muertos.

jueves, 3 de julio de 2008

sobre Jorge Harmodio

Aunque el libro no salió con esta portada, es la única disponible en Interntet -además me gusta más que la otra. Una lección más de que no todo está en la red.



Comentario en Vértigo 381:
"Doctor en lingüística informática, el escritor muestra una constante preocupación por la estructura y el lenguaje en las nuevas formas de contar. Las traslada de manera natural al papel impreso, sin que pierdan familiaridad con su contexto. Si anteriormente revisamos cómo Jaime Mesa en Rabia usaba al internet como marco de referencia, Harmodio lo hace desde dentro, es decir, como si el blog del protagonista fuera llevado tal cual a un libro. El valor del experimento se agradece, aunque el reto es mayúsculo. Es quizás en este punto donde radica la principal virtud de Musofobia. En pleno Siglo XXI el temor a los ratones no es sólo aversión a los pequeños animalitos grises, sino también al ratón de la computadora. La virtualidad como condicionante de vida.
Sin embargo, mantener una novela con forma de diario requiere que los personajes tengan una biografía lo suficientemente interesante como para mantener al lector enganchado. No es el caso de los protagonistas de Harmodio".

sobre guadalupe nettel



Comentario en Vértigo 380:
"El epígrafe de Mario Bellatin es preciso: “¿En qué consiste la belleza del monstruo? En su no darse cuenta”. Los relatos de Nettel se mueven en este terreno y de ahí la incomodidad. Su prosa se cierne como una puya que probablemente removerá alguna fibra sólo en el lector generoso: aquel que se entrega sin cortapisas a un texto atrevido que nos habla de tú a tú.
En la mayoría de los relatos, Guadalupe Nettel respeta la estructura clásica del cuento, si acaso al final se atreve a jugar un poco con las formas, lástima que el resultado no sea el más afortunado. Aún así, encontrar dos joyas en seis intentos no está nada mal. La escritora se muestra como una de las narradoras más interesantes de su generación".

sobre Rabia de Jaime Mesa



Comentario en Vértigo 379:

"La pluma de Jaime Mesa se decanta por retomar canales narrativos clásicos, aunque sin llegar a una prosa lineal. El énfasis del autor poblano reposa en la complejidad sicológica de los personajes. De hecho, hay que poner atención en la relación de Foster con su madre. Hasta aquí la novela resulta interesante, lástima de algunos descuidos estilísticos (por ejemplo: “Le digo que ha dicho que Susana no quiere a un hombre”) que lastiman la obra. Por lo demás, Mesa, que anteriormente había publicado relatos para distintos títulos de editorial Ficticia, llama la atención por la aproximación que realiza sobre la soledad y las relaciones contemporáneas".

sobre Gonzalo Soltero



Comentario Vértigo 377:
"Soltero sorprende con el relato porque conjuga elementos de ciencia ficción y el género negro, con una estilística ambiciosa —a veces demasiado ambiciosa—, y aun así no puedo dejar de destacar la narración de los episodios de acción (...)En su conjunto, Sus ojos son fuego es una novela sobre la violencia y sus efectos. La visión de su autor es sin duda desoladora, pero no le falta razón. La locura de sus personajes es la locura que de alguna manera vivimos cada día".

sobre el libro de Emiliano Monge



Extracto en Vértigo 369:

"El ambicioso ejercicio de Emiliano Monge se resuelve bien. No negaré que llegar hasta el final no es fácil. Los cuentos se exceden en la descripción y en este sentido las alusiones a los animales e insectos son una constante que se vuelve predecible, lo que en consecuencia se traduce en una historia diluida. Monge exige paciencia: si el lector se la otorga —insisto, no es sencillo— descubrirá una obra que nos habla de cómo llenamos nuestra vida de cosas poco sustanciosas y muchas veces no hacemos más que enumerar recuerdos o imágenes —es decir, describir— hasta ahogarnos en una espiral insalvable".

grandes hits



Un fragmento de mi reseña publicada en Vértigo 378

"En la introducción, Tryno Maldonado destaca, más que vasos comunicantes, las diferencias que hacen de esta una generación diversa. Habla sobre la ausencia de un gran tema como hilo conductor; de las diferentes maneras de ver a México —en este sentido, quien esto escribe no puede dejar de recomendar los relatos de Solares y Yépez—, y de la presencia del internet en sus universos narrativos. Sin embargo, un dato que no menciona el editor es el sentido estilístico que sostiene la prosa de varios autores, como Miklos y Guadalupe Nettel —a esta última hay que seguirla con cuidado. Sobre el resto habría que destacar la madurez presentada por Chimal, García González y Bernardo Fernández. Ortuño sobresale por su ironía y buen pulso".

sweet setentas



Desde hace unas semanas me propuse dedicar mis horas de lecturas a los escritores mexicanos nacidos en los setenta. Llevo poco más de un mes dedicando mis columnas en Vértigo, a estos autores: Emiliano Monge, Gonzalo Soltero, Guadalupe Nettel, Jaime Mesa, Jorge Harmodio y por su puesto, la antología Grandes Éxitos de Tryno Maldonado. Anteriormente he publicado comentarios sobre libros de Vivian Abenshushan, Bernardo Esquinca, Rafael Lemus, David Miklos y Heriberto Yepez. A mi juicio son pocos los en verdad valen la pena. Poco a poco, iré reproduciendo aquí algunos de mis comentarios. Por cierto, la "polemiquita" con este tema que se ha visto y leído en mino foros de intelectualoides, da pena ajena.